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La  Biblia  considera a la ENCINA como un lugar para impartir justicia, como un lugar depositario de riquezas, un lugar donde se indica una  sepultura, un lugar donde Yahvé se hace presente, 

 

                                              LA BIBLIA: PASAJES SOBRE LA ENCINA

 

 

Voz del Señor: ¡ha doblegado ENCINAS y ha arrancado la corteza de los bosques! En su templo resuena una sola voz: ¡Gloria! (Salmos 29, 9)

 

Porque  seréis como la ENCINA a la que se le cae las hojas y como huerto al que le faltan las aguas. (Isaías 1.30)

 

Pedirá cuentas a los cedros del Líbano elevados y altaneros, y a las ENCINAS de Basán, (Isaías 2, 13)

 

Corta cedros para sí, toma un ciprés o una ENCINA y hace que sea fuerte entre los árboles del bosque; planta un pino y la lluvia lo hace crecer. (Isaias 44, 14)

 

De los cipreses de Senir sacaron las planchas de tu casco, de un cedro del Líbano, tu mástil, y de las ENCINAS de Basán, tus remos; tu puente era de cedro de las islas de Quitim, con incrustaciones de marfil. (Ezequiel 27, 5)

 

Yo, sin embargo, en atención a ustedes, destruí a los amorreos, tan altos como cedros y tan forzudos como ENCINAS, cortándoles sus ramas y arrancándoles sus raíces. (Amós 2, 9)

 

Gime, ciprés, porque se ha venido abajo el cedro, porque han sido derribados los gigantes. Giman también, ENCINAS de Basán, porque ha sido talada la selva impenetrable. (Zacarías 11, 2)

 

y Abram atravesó el país hasta el lugar sagrado de Siquem, hasta la ENCINA de Moré. Por entonces estaban los cananeos en el país. (Génesis 12, 6)

 

Y Abram vino a establecerse con sus tiendas junto a la ENCINA de Mambré, que está en Hebrón, y edificó allí un altar a Yahveh. (Génesis 13, 18)

 

Un evadido vino a avisar a Abram el hebreo, que habitaba junto a la ENCINA de Mambré el amorreo, hermano de Eskol y de Aner, aliados a su vez de Abram. (Génesis 14, 13)

 

Apareciósele Yahveh en la ENCINA de Mambré estando él sentado a la puerta de su tienda en lo más caluroso del día. (Génesis 18, 1)

 

Ellos entregaron a Jacob todos los dioses extraños que había en su poder, y los anillos de sus orejas, y Jacob los escondió debajo de la ENCINA que hay al pie de Siquem. (Génesis 35, 4)

 

Débora, la nodriza de Rebeca, murió y fue sepultada en las inmediaciones de Betel, debajo de una ENCINA; y él la llamó la ENCINA del Llanto. (Génesis 35, 8)

 

¿Estos montes están, como sabéis, al otro lado del Jordán, detrás del camino del poniente, en el país de los cananeos que habitan en la Arabá, frente a Guilgal, cerca de la ENCINA de Moré?. (Deuteronomio 11, 30)

 

Su límite iba de Jélef y de la ENCINA de Saanannim y Adamí Hannéqueb y Yabneel hasta Laqcum e iba a salir al Jordán. (Josué 19, 33)

 

Josué escribió estas palabras en el libro de la Ley de Dios. Tomó luego una gran piedra y la plantó allí, al pie de la ENCINA que hay en el santuario de Yahveh. (Josué 24, 26)

 

Jéber el quenita, se había separado de la tribu de Caín y del clan de los hijos de Jobab, el suegro de Moisés; había plantado su tienda cerca de la ENCINA de Saanannim, cerca de Quédes. (Jueces 4, 11)

 

Gaal volvió a decir: «Mirad la gente que baja del lado del Ombligo de la Tierra, y otra partida llega por el camino de la ENCINA de los Adivinos.» (Jueces 9, 37)

 

Pasando más allá, y en llegando a la ENCINA del Tabor, encontrarás tres hombres que suben hacia Dios, a Betel, uno llevará tres cabritos, otro llevará tres tortas de pan, y el tercero llevará un odre de vino. (I Samuel 10, 3)

 

El Angel del Señor fue a sentarse bajo la ENCINA de Ofrá, que pertenecía a Joás de Abiézer. Su hijo Gedeón estaba moliendo trigo en el lagar, para ocultárselo a los madianitas. Jueces 6 11 

 

Gedeón fue a cocinar un cabrito y preparó unos panes sin levadura con una medida de harina. Luego puso la carne en una canasta y el caldo en una olla; los llevó debajo de la ENCINA y se los presentó. Jueces 6 19 

 

Entonces se reunieron todos los señores de Siquem y todo Bet Miló, y fueron a proclamar rey a Abimélec, junto a la ENCINA de la piedra conmemorativa que está en Siquem. Jueces 9, 6

 

                             LA ENCINA EN LA BIBLIA (1)

   LA ENCINA  EN PALESTINA

                                                                              En Palestina hay tres especies de Quercus: La coscoja (Quercus coccifera ó Quercus calliprinos) siempre verde, se la ve como un arbusto. (Q. infectoria) poco se le mencione en la Biblia y (Q. aegilops, conocido como Q. ithaburensis) roble de Vallonea o Tabor, cubrían bosques en la llanura de Sarón, árbol fuerte, de madera dura, que alcanza una gran edad. Se le confunde con el terebinto, de altura similar y nombre hebreo, botánicamente son diferentes. La ENCINA era favorito debajo del cual sentarse (1 R. 13.14), o sepultar los muertos (Gn. 35.8; 1 Cr. 10.12). Su madera es dura y se usaba para hacer remos (Ez. 27.6). Basán era renombrada por sus encinas (Is. 2.13; Ez. 27.6; Zac. 11.2), y hasta el día de hoy pueden verse hermosos ejemplares adultos de Q. aegilops en esa región. La tintura escarlata o carmesí, empleada en ritos hebreos (Ex. 25.4; 26.1; He. 9.19, etc.), se obtenía de un insecto cócido que cubría las ramitas de la ENCINA coscoja. Absalón quedó atrapado por el cabello en una ENCINA (2 S. 18.9–10).

 

   DICCIONARIO BIBLICO: ENCINA

 

(heb. allôn, allâh, elâh, êlôn).    

 

Los términos hebreos designan árboles grandes, entre los cuales está la ENCINA. Algunas de las ENCINAS conocidas en Palestina son: la ENCINA de Valonia, el roble, la ENCINA espinosa y otras. Los términos hebreos incluyen el terebinto. Este árbol de tamaño medio tiene la apariencia de una ENCINA cuando está sin hojas en invierno, pero, a diferencia de ellas, crece más en forma solitaria que en bosquecillos. Por causa de su tamaño y longevidad, en la antigüedad el terebinto o árbol de trementina era tan venerado como la ENCINA. Estos árboles grandes y majestuosos de la tierra santa eran hitos (1 R. 13:14; cf Jos. 24:26), y servían como depositarios de riqueza (Gn. 35:4) o como tumbas (Gn. 35:8; 1 Cr. 10:12). Fue bajo una ENCINA donde Gedeón se encontró con el ángel que le indicó que reuniera a Israel contra los madianitas (Jue. 6:11, 19), y en las ramas bajas de uno de estos árboles, en el bosque de Efraín, Absalón quedó atrapado del cabello mientras cabalgaba en la batalla (2 S. 18:9, 10, 14). En Jue. 9:37 se menciona una: ENCINA de los adivinos (heb. êlôn Meônenîm) que, para algunos, sería una planicie cerca de Siquem; pero para la mayoría se refiere al árbol, aunque todavía no se ha podido ubicar el sitio donde habría estado.

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